21 de noviembre de 2014

Sacúdete y Sube

Sacúdete y Sube



Se cuenta de cierto campesino que tenia una mula ya vieja, a la cual quería mucho por todos los servicios que le había prestado. En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría.

Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo.

El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los enlistó para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo.

Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos, ella debía sacudirse y subir sobre la tierra. Esto hizo la mula palazo tras palazo.

Sacúdete y sube. Sacúdete y sube!!! Repetía la mula para alentarse a sí misma.

No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó sacudiéndose y subiendo.

A sus pies se fue elevando el nivel del piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los animó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo.

La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.



El Cienpiés

El Cienpiés



Qué complicación (exclamó el Abad viendo caminar a un ciempiés) y qué maravilla:

lo hace tan bien que parece fácil. De pronto, le vino a la memoria una historieta que había escuchado no sabía dónde:

"El pequeño ciempiés sintió que debía lanzarse a caminar, y preguntó inquieto a su madre:

-Para andar, ¿qué pies debo mover primero: los pares o los impares, los de la derecha o los de la izquierda, los de delante o lo de detrás? ¿O los del centro? ¿Y cómo? ¿Y por qué?

-Cuando quieras andar, hijo mío - le respondió la madre - deja de cabilar y... anda".


La Vasija Agrietada

La Vasija Agrietada



Un cargador de agua de la India tenia dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenia varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenia la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabia perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador así, diciéndole:

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."

El aguador, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta que las flores solo crecen en tu lado del camino?” Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo de camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro.

Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."


15 de noviembre de 2014

La Semilla Estéril

La Semilla Estéril



En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en donde les daría un importante mensaje.

Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo:

"Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta mas bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Así se hizo, pero había un jóven que plantó su semilla y esta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El jóven estaba demasiado triste pues su semilla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar ahí.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces:


 "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme sembrando otras plantas; pero este jóven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".


El Condenado Creativo

El Condenado Creativo



Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso se procuró un chivo expiatorio para encubrir su crimen.

El hombre fue llevado a juicio conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar al terrible veredicto....¡¡la horca!!.

El Juez, también complotado, se cuidó de dar todo el aspecto de un juicio justo. Por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre honesto y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu destino, vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente.

Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino".

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma palabra CULPABLE y la pobre víctima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había salida alguna: culpable o culpable.

El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles. Escojo este - dijo y llevándolo a su boca se lo tragó rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente.

-          ¡Pero qué hizo! ¿y ahora, cómo vamos a saber el veredicto?.


Es muy sencillo - respondió el hombre - Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me trague. Con bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.


El Perfume de la Maestra

El Perfume de la Maestra



Su nombre era Mrs. Thompson. Mientras estuvo al frente del 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira.

Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado Teddy Stoddard.

Ella desde el año pasado había observado a Teddy, notando que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba un buen baño, por lo que comenzaba a ser un tanto desagradable.

Llegó el día en que ella disfrutaba tachar los trabajos de Teddy con un plumón rojo, con una gran X y un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas.

En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, tenía que revisar el historial de cada niño y había dejado el expediente de Teddy para el final. Cuando al fin lo revisó, se llevó una gran sorpresa.

La profesora de primer año escribió: "Teddy es un niño muy brillante, con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales; es un placer tenerlo cerca".

Su profesora de segundo escribió: "Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil".

La profesora de tercero escribió: "Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. Él trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas".

Su profesora de cuarto escribió: "Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".

Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Teddy.

Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel. A ella le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros presentes.

Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido.

Ella detuvo las burlas al exclamar lo precioso que era el brazalete, mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca. Teddy Stoddard se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir:

"Mrs. Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".

Después de que el niño se fue, ella lloró por lo menos una hora. Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir. En lugar de eso, comenzó a educarlos y puso atención especial en Teddy. Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, respondía más rápido.

Para el final del ciclo escolar, Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira, de que quería a todos sus alumnos por igual, Teddy se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.

Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida.

Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy; ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.

Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a Mrs. Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.

Cuatro años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco. La carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Dr. Theodore F. Stoddard, MD.

La historia no termina aquí, existe una carta más que leer. Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse. Explicaba que su padre había muerto hace un par de años y le preguntaba a ella si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio.

Por supuesto Mrs. Thompson aceptó y adivinen: ella llegó usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Teddy recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, "Gracias Mrs. Thompson por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".


Mrs. Thompson, con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo: "Teddy, te equivocas, tu fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia. No sabía cómo educar hasta que te conocí".

Cúanto Valen 100 Dólares?

Cúanto Valen 100 Dólares?


Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.

Deprimido descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación... todo parecía estar mal en su vida.

Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 dólares y le dijo:

-          Alfredo, ¿quieres este billete?

Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:

-          Claro Marisa... son 100 dólares, ¿quién no los querría?

Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:

-          ¿Y ahora igual lo quieres?

-          Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.

-          Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
-          ¿Lo sigues queriendo?

-          Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 100 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...

-          Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido... lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.

Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su mente. Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

-          Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal... ¡¡pero me debes un billete NUEVO de 100 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite!!.

Le dio un beso en la mejilla a Alfredo - quien aún no había pronunciado palabra - y levantándose de su silla se alejó.


Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mozo para pagar la cuenta...

La Roca en el Camino

La Roca en el Camino



Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino.

Se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra.

Algunos pasaron simplemente dando una vuelta. Muchos culparon al rey por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para sacar la piedra del camino.

Un campesino, que pasaba por allí con una carga de verduras, la vio. Al aproximarse a ella, puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró.

Mientras recogía su carga de vegetales, vio una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca.

La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el oro era la recompensa para la persona que removiera la piedra del camino.


El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad.